Elon Musk tiene en Tesla a su principal joya de la corona de entre todos sus negocios. Si bien acaba de adquirir Twitter, sus acciones en la compañía automotriz son lo que lo ponen como uno de los hombres más ricos del mundo. Sin embargo, pese a lo que se puede creer, el empresario sudafricano no es fundador de la empresa.
¿Cómo nace Tesla?
Tesla surgió como la mayoría de las startups, a través de una pequeña compañía en Silicon Valley llamada AC Propulsion. En 2003, fueron Marc Tarpenning y Martin Eberhard los encargados en impulsar el proyecto. Estos fundadores son prácticamente borrados por el líder empresarial, Musk.
Su primer proyecto fue un auto eléctrico llamado T-Zero. Con ello, Tarpenning y Eberhard buscaban lanzar un vehículo de fácil acceso que fuera mejor y más rápido que los vehículos de gasolina.
De acuerdo con distintas fuentes, este fue el proyecto que captó el interés de Elon Musk para formar parte de los inversionistas de la empresa. Se dice que se enamoró del proyecto y decidió invertir para desarrollar el potencial de la marca.
Musk llega a la dirección ejecutiva
Tras solicitar ser parte del emprendimiento, Musk se unió a la junta directiva de AC Propulsion. De esta manera, el empresario sudafricano atrajo inversionistas y levantaron más de 7 millones de dólares.
El desarrollo de estos proyectos llevaron al lanzamiento del primer Tesla en 2006, el Roadster. Este modelo de auto eléctrico se convirtió en la insignia de la compañía. Su precio de lanzamiento fue de 100 mil dólares. Sin embargo, ese mismo proyecto adelantó una de las fallas de la empresa: Las problemáticas de la producción.
Debido a la alta demanda del auto, la compañía tuvo que retrasar su entrega hasta el primer trimestre de 2008.
Este problema impulsó a Elon Musk dentro de la empresa y en 2008 tomó la dirección general. Una vez en el puesto, empezó a llevar a cabo las practicas directivas que lo distinguen en la toma de decisiones radicales. Por ejemplo, recortó el 25% de la plantilla y pidió un préstamo de 465 millones de dólares.
Con estas acciones, Musk ayudó a la empresa a escapar de la bancarrota que se avecinaba y empezaron a posicionarse como una marca que busca revolucionar al mundo a través de sus proyectos.
En 2011, descontinuaron el Roadster y empezaron a trabajar en el Model S. Este nuevo modelo de auto fue totalmente diferente en concepto al presentado en 2006 y ganó múltiples premios.
Tesla en los últimos años
Los avances y posicionamiento de la marca lograron que, en 2014, la marca construyera un modelo con conducción autónoma. Esta innovación revolucionó la forma en el manejo de automóviles y se implementó en el Model X.
Los avances continuaron por los siguientes años. Tesla incursionó en diferentes modelos de automóviles y presentó su modelo Semi y la Cybertruck. Esta última es una apuesta al segmento de autos pesados.
Estos movimientos posicionaron a la marca como una opción de movilidad en el mercado. Para 2020, la empresa encabezada por Musk superó el valor conjunto de GM y Ford. Tesla llegó a los 89 mil millones de dólares.
A pesar de que el inicio era tener autos diferentes, Tesla no solo fabrica vehículos completamente eléctricos. La empresa también ha llevado a cabo el suministro de productos de generación y almacenamiento de energía limpia. Además, fabrica baterías en los volúmenes necesarios para cumplir sus objetivos de producción para así hacer más sostenible la compañía.
Su impacto en México
Actualmente hay 5 tiendas de Tesla en el país. De acuerdo con CNBC, a diferencia de las marcas de autos tradicionales, la compañía de Musk no concesiona sus puntos de venta ni tiene distribuidores. Esta estrategia implica que Tesla es el dueño absoluto de todas las tiendas donde se comercian los vehículos.
Elon Musk también es dueño de las estaciones de supercarga de Tesla, de las cuales hay 26 en el país. En 2016, cuando la marca hizo públicos por última vez sus costos de operación, se especificó que cada estación tenía un costo alrededor de los $285,300 dólares.