A pesar de que en la pandemia se implementó la modalidad del trabajo desde casa y de que muchos trabajadores ahora buscan está opción, México se resiste a implementar dicha modalidad. De acuerdo con una encuesta de SherlockHR, el país azteca es el que más ha mantenido la modalidad presencial de trabajo en América Latina. 62.51% de las empresas del territorio nacional la siguen utilizando.
Ni home office ni híbrido
Según los resultados, 33.6% de las organizaciones en México han adoptado el home office y 3.9% tiene un modelo híbrido.
«El país que más ha mantenido la modalidad presencial de trabajo es México, con un 62.51% y tan solo un 3.9% de trabajo híbrido. Mientras que las empresas en Chile han apostado más por el teletrabajo (11.82%) y la modalidad híbrida (50.91%)», se puede leer en el estudio.
El resultado se debe a la resistencia que todavía muestran las empresas para hacer más flexibles los esquemas de trabajo, comentó Ivonne López, Brand and Candidate Experience Manager de SherlockHR en entrevista para Reforma. En México, las empresas piensan que se verá afectada la productividad si se mudan a una modalidad de trabajo desde casa.
«Si bien todo mundo se vio obligado a implementarlos por el encierro, ahora que está un poco más normalizado, México fue el país que destacó por decir que no está abierto a la parte híbrida o la parte más flexible, porque se tiene miedo a la pérdida de productividad», dijo López.
Asimismo, Ivonne López considera que tiene que ver con la obligación de otorgar incentivos económicos para trabajar de manera remota. Además, muchos de estos trabajos aumentarían los costos de ciertas empresas. Esto se debería a la necesidad proporcionar el equipo necesario para trabajar desde casa para el empleado.
«La flexibilidad no nada más es en cuanto al home office, sino en horarios y también México se muestra renuente a estos cambios», afirmó la experta.
México, opinó, tiene rezagos en cuanto a varias políticas laborales, como las vacaciones. Lo compara con otros países de Latinoamérica y comenta que aquí se ofrecen menos días de descanso.
«Lograr un balance entre vida y trabajo no está presente entre las prioridades de las empresas mexicanas, si se compara a nivel regional», remarcó López.