Entre los negocios que forman parte del día a día de los mexicanos se encuentra el Pollo Feliz. Este negocio, presente en casi todos los estados de nuestro país; empezó de una manera muy humilde. Fue creación de Arnoldo de la Rocha, quien empezó como un campesino en la sierra Tarahumara.
Siendo el mayor de 12 hermanos y trabajando arduamente en el campo; logró consolidar un negocio que ahora tiene 800 sucursales. Esta es la historia de cómo la perseverancia puede levantar los emprendimientos.
¿Cómo empezó el Pollo Feliz?
La vida de Arnoldo empezó de una manera muy humilde. Es el mayo de 12 hermanos que conforman una familia de campesinos. En su ciudad de origen todavía se utilizaba el trueque para adquirir productos y pisó una escuela por primera vez a los 11 años. Tuvo que trabajar desde su niñez para ayudar a su familia, lo que consolidó su espíritu de trabajo y los valores que lo preparaban para el éxito.
A los 17 años, se mudo a la capital de Chihuahua con la idea de continuar trabajando en la tierra. Sin embargo, sus empleos fueron variados como velador y albañil. Sin embargo, la necesidad económica era mucha lo que provocó que Arnoldo buscara otra manera de generar un ingreso. Para esto reúne 18 mil pesos mexicanos con otros amigos y usan la receta familiar para vender pollo asado. El sabor era tan bueno que para 1975 su restaurante era un éxito en la ciudad de Los Mochis.
Sin embargo, en los años ochenta, su emprendimiento fue bautizado como Pollo Feliz y diez años después, ya tenía más de 160 sucursales. El éxito fue tal que para 2001 ya estaba abriendo una sucursal en Estados Unidos para deleitar las familias mexicanas que vivían en este país.
¿Cuál fue su secreto para el éxito?
En las palabras de Arnoldo, menciona que «si verdaderamente quieres lo que haces, terminarás haciendo lo que quieres. Para mí vender pollos es un puente para llegar a los foros y compartir lo que he experimentado”. Además, su amor por México se revela en otro consejo que le da a los emprendedores. Él recalca que «no existe mejor lugar para que vivan los mexicanos que su propio país. Si crees que en México se puede, así será. Si opinas lo contrario, no se logra. Pero es más interesante pensar que todo es posible”.