No es volar, es flotar. Y aunque son cosas parecidas no son lo mismo. Cuando una persona vuela en un avión, por ejemplo, está dentro de una estructura metálica que la protege y que puede controlarse. El piloto puede decidir, por ejemplo, la dirección en la que quiere ir.
En un globo, es el viento el que marca la ruta, y el pasajero viaja dentro de una canasta, lo que le permite estar en contacto directo con el aire. Si el globo se eleva lo suficiente, la persona puede, incluso, literalmente tocar las nubes. Se puede ver el Centro Histórico o la Mitad del Mundo, desde otra perspectiva.
Experiencia para volar globos
Daniel Hernández, de 36 años, es uno de los dos pilotos que vuelan en la empresa Kawsay Balloons, que nació en 2019. Es ingeniero mecánico y tiene una maestría en Ingeniería de Sistemas de Calidad, en México.
Cuenta a diario El Comercio que empezó su instrucción hace más de tres años. Hoy cuenta con una licencia para pilotear globos con instructores extranjeros. Debió sacar el aval con la Dirección de Aviación Civil (DAC).
Durante los seis meses de preparación recibió instrucción teórica, ahí aprendió todos los parámetros de la aviación. Además, fueron cinco meses de práctica. Actualmente tiene licencia comercial para pilotear globos aerostáticos. El curso le costó cerca de $20.000 y ya ha acumulado más de 500 horas de vuelo. Él es quien está al mando del globo cuando los turistas abordan.
Proceso para el viaje
La empresa estuvo en Ciudad Mitad del Mundo, en San Antonio de Pichincha, como parte de una pequeña exhibición de lo que será el Primer Festival Internacional del Globo Mitad del Mundo, en el que participarán 22 globos de varios países como parte de las festividades capitalinas. Se realizará desde el 9 hasta el 11 de diciembre.
Inflar el globo no es fácil, debido a su tamaño. Lo hacen entre cuatro personas y con la ayuda de un quemador que sopla aire caliente. El colorido artefacto va tomando cuerpo hasta quedar erguido.
Juan Mora vivió la experiencia junto con su pareja. Debió abordar con ayuda de una pequeña escalera. Aprovechó para hacerse videos y fotos en las alturas. Al bajar admitió que en un inicio se asustó, pero la diversión fue mayor.
La DAC debe autorizar los vuelos cuando el globo circula por alguna ruta de tráfico aéreo. La empresa cuenta con permiso para volar en todo el país, incluido Galápagos. Lo han hecho en San Pablo, San Antonio, Ibarra, Latacunga, Cuenca, Santo Domingo…
Capacidad de viaje
La empresa posee un globo con capacidad para transportar cuatro personas, pero en diciembre llegará otro para 10 pasajeros.
Se pueden encontrar globos desde $90.000 hasta los $300.000. Están hechos de una tela de nailon de alta resistencia, ininflamable e impermeable, por lo que no deja salir el aire ni entrar la humedad.
Hay dos tipos de vuelos. Los cautivos, que se realizan elevando el globo, pero con cuerdas que lo anclan a la tierra, y la otra en que se lo suelta y es dirigido por el viento. El piloto debe antes analizar la dirección del viento y ver posibles lugares para aterrizar.