El supuesto globo espía chino detectado por Estados Unidos ha generado polémicas y tensiones diplomáticas entre Pekín y Washington. Pero también muestra del uso creciente de una tecnología que en algunos casos puede sustituir a los satélites, tanto en sus aplicaciones civiles como militares.
Estos son los usos y la tecnología detrás de los famosos globos aerostáticos:
Arma de espionaje
El globo aerostático, un invento desarrollado por los hermanos Montgolfier, puede convertirse en un arma de espionaje, siempre que tenga los equipos adecuados. Es decir, debe tener una cámara que recopile información sobre el lugar que sobrevuela, menciona el portal Primicias.
Su altura de vuelo oscila entre los 24.000 y los 37.000 metros, muy superior a la de los aviones comerciales. Además de la posibilidad de incluir un radar, son propulsados con energía solar para controlar su vuelo.
El primer uso de los globos aerostáticos en el campo militar se remonta a la Guerra Civil estadounidense (1861-1865), cuando aprovechaban la altura para vigilar las líneas enemigas.
Para la seguridad de las ciudades
Varias alcaldías alrededor del mundo se han planteado el uso de estos globos para garantizar la seguridad de las ciudades. En 2018, la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires informó en sus redes sociales de que había adquirido un globo de vigilancia y que lo había utilizado suspendido durante una final de la Copa Libertadores sobrevolando el estadio de River Plate.
En Colombia fue desplegado el sistema aerostático SkyStar 180 durante la visita del Papa Francisco a Colombia en el año 2017. También el ayuntamiento de Jerusalén y la policía israelí echaron mano de estos sistemas en 2014 para intentar frenar la ola de ataques y disturbios que sufría la ciudad.
Además de observar la tierra a gran altitud, la tecnología de estos globos podría servir en el caso de Estados Unidos para luchar contra el contrabando de drogas o la trata de personas, ya sea en tierra o en el mar.
Para fines científicos
Alphabet, la empresa matriz de Google, tenía proyecto de globos aerostáticos para llevar internet a las áreas rurales, conocido con el nombre de Loon. Pero fue interrumpido en 2021. También hay globos, como parte de un proyecto auspiciado por la NASA, que miden la concentración del ozono en la Tierra.
Ecuador, a través de investigadores de la Universidad San Francisco de Quito, integra este programa llamado Shadoz desde 2021.
Para fines comerciales
Desde hace unos años existen algunas “startup” especializadas en lanzar globos de vigilancia con fines científicos y comerciales a la estratosfera, como World View, de Arizona.
Esta empresa pionera en el sector tiene el objetivo de ofrecer para 2024 una experiencia turística. World View posee, en concreto, unos globos denominados Stratollites, que son capaces de hacer fotos de calidad desde 15 kilómetros de altura.