Bertha Serrano es la fundadora de Fulgore, una empresa que confecciona ropa, zapatos, carteras y accesorios para cabello. Comenzó vendiendo accesorios para el cabello en la universidad y ahora tiene su propia fábrica que confecciona prendas para las grandes cadenas de retail de Ecuador. Conoce aquí su historia.
Historia del negocio
Bertha comenzó vendiendo accesorios de cabello en la universidad y algunos de sus compañeros los compraban para regalarle a sus novias. También comenzó a ofrecer sus productos por redes sociales y las ventas aumentaron.
“Empecé vendiendo accesorios de cabello, y mis compañeros de la universidad los compraban para sus novias. Y poco a poco fuimos creciendo”, menciona en una entrevista con El Universo.
Al ver el potencial de su negocio, decidió estudiar Marketing para emprender un rumbo más formal. Fue allí cuando abre su primer local en Urdesa y, más adelante, dio paso a su segundo proyecto al abrir su fábrica Serratosa Textil, donde se hacen las muestras, proyecciones de venta, orden de producción, trazos digitales y acabados.
Aunque Bertha, ahora con 31 años, ha logrado establecer negocios exitosos, tuvo que enfrentar obstáculos marcados por el machismo en su industria. Según cuenta, muchos proveedores la subestimaron debido a su juventud y género, por lo que tuvo que pedir ayuda a su madre para negociar con los empresarios.
«Emprender en Ecuador no es difícil, pero sí en la sociedad en la que vivimos, una sociedad que cuestiona mucho tu edad, que eres mujer, madre, o porque no es inversión familiar. Hay que cambiar esa mentalidad», destaca Bertha.
Análisis de la oportunidad
Cuando en 2012 las ventas de Fulgore incrementaron, Bertha se dio cuenta del potencial de las redes sociales para promocionar sus productos. Ella sabía que, más allá del diseño a la vanguardia de sus productos, la fabricación de las prendas son artesanales y 100% algodón y antiarrugas. Asimismo, sus zapatos, como flats, y carteras térmicas son muy icónicos.
Por ello, aprovechó el potencial del marketing en internet y pudo llegar a ofrecer sus productos a grandes cadenas de retail como De Prati y Corporación Favorita, específicamente para Megamix y Gran Aki.
“En el 2014 empezamos con De Prati vendiendo accesorios de cabello con nuestra propia marca. Posteriormente ya hubo la apertura para empezar a fabricarles sus propias marcas. He ahí donde nace esta división, la empresa como un pequeño grupo empresarial: Fulgore para marca propia y Serratosa para empezar a fabricar para terceros”, explica para El Universal.
Modelo de negocio
La fábrica produce semanalmente 10,000 unidades de ropa, zapatos, carteras y accesorios para el cabello, incluyendo productos de Fulgore y otras marcas. Para lograr esta producción, Bertha cuenta con 120 personas trabajando directa e indirectamente en su empresa.
La fábrica produce semanalmente 10,000 unidades de ropa, zapatos, carteras y accesorios para el cabello. Dentro de estas cantidades están los productos de Fulgore y de otras marcas. Para producir esta cantidad, Serrano tiene 120 personas que laboran de manera directa e indirectamente.
“En los indirectos manejamos una modalidad: tratamos de que las madres de hogar sigan siendo madres de hogar y que puedan trabajar desde su casa. Nosotros hacemos todo en fábrica y les damos cortado para que ellas puedan fabricar en la casa y luego nos regresen. Ellas lo hacen en sus momentos libres, cuando sus hijos están dormidos o cuando vayan a la escuela. Pero no pierden ese tiempo de ir y regresar”, cuenta Bertha Serrano.
Asimismo, su modelo de negocio no solo se basa en la venta y fabricación de productos, sino también da cursos en línea y hace envíos a nivel nacional. Para ella, es importante diversificar y sacar provecho de los negocios que tiene para solventar otras necesidades de su público.
Además, Serrano destaca que la mejor forma de innovar es estar enamorado de tus empresas y mantener esa pasión intacta para hacerlas crecer.
“Es una montaña rusa de emociones. Vale la pena seguir teniendo ese mismo entusiasmo y brillo en los ojos, de estar enamorada de mis empresas como tales. El día que yo deje de sentir esas maripositas en la barriga por Fulgore y el grupo de empresas, no me costará cerrar y emprender en otra cosa; pero siempre tenemos que ser fieles en el propósito”, comentó.
Por ello, los cursos en línea es una forma de expresar su pasión por su trabajo y también para ayudar a quienes desean introducirse en el mundo de la confección.
“Mi meta siempre fue retribuir un poco a mi país de todo lo que me ha dado, y ayudar a que las chicas que empezaron chiquitas como yo aprendan cómo estructurar su negocio”, puntualizó.