Emprendimientos

Ecuatorianos que retornaron de España se dedicaron a emprender

Los migrantes en condición de vulnerabilidad que están en España pueden acceder un bono de hasta 6.000 euros para volver a su país de origen y emprender en cualquier negocio.
Por Henry Jara
4 minutos
Ana Gabriela Guaján de 29 años. Ella alimenta a sus cuyes en el criadero que ha construido con la ayuda recibida para regresar a Ecuador desde Pamplona.
Ana Gabriela Guaján de 29 años. Ella alimenta a sus cuyes en el criadero que ha construido con la ayuda recibida para regresar a Ecuador desde Pamplona.
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Varios migrantes ecuatorianos que han retornado de España han cambiado su forma de pensar para abrir criaderos de animales, tiendas e incluso una ortopedia con aparatos fabricados en una impresora 3D, gracias al programa de retorno productivo voluntario.

Con la financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno español y también de la Unión Europea (UE), estos ecuatorianos han podido restablecerse en sus lugares de origen con un negocio propio.

Inspiración familiar en emprendimiento

Una beneficiada es Jenny Gallo, junto a sus dos hijas de 12 y 9 años volvió a Ambato, provincia de Tungurahua, para abrir una innovadora tienda de instrumentos ortopédicos confeccionados con impresoras 3D, como andadores, prótesis y férulas, tanto para personas como para mascotas.

Tras perder el dinero para regresar, acudió desesperada a la Asociación Rumiñahui, la organización ecuatoriana en España que se encarga de canalizar las solicitudes de las ayudas del programa de retorno productivo voluntario con el apoyo en territorio ecuatoriano de la Fundación Vista Para Todos.

“Ya no había trabajo y como estaba con mis dos niñas, se me complicaba muchísimo”, lamenta la mujer, quien además denuncia haber sido víctima de una estafa al adquirir los billetes para retornar a Ecuador.

El síndrome de Delleman es una enfermedad que padece su hija, que se registran apenas 24 casos en niños en todo el mundo. Aquello llevó a esta mujer a fabricar objetos, usualmente muy caros. “Los andadores que hacemos están entre $400 o $500. Afuera se encuentran entre 1.500 y 2.000 euros”, comenta Jenny, quien volvió a Ecuador desde Badajoz, donde estuvo un año dedicada a la limpieza de casas y el cuidado de ancianos.

Los ecuatorianos han podido restablecerse en sus lugares de origen con un negocio propio.

Proyectos para fomentar la economía

También tenemos la historia de Ana Gabriela Guaján de 29 años. Ella alimenta a sus cuyes en el criadero que ha construido con la ayuda recibida para regresar a Ecuador desde Pamplona.

Tres años atrás se había instalado en Navarra para estudiar Administración de Empresas, pero tuvo que interrumpir sus estudios cuando le detectaron leucemia, lo que le llevó a un trasplante de médula para salvar su vida. “Gracias a Dios estoy con vida y regresé para a Ecuador”, cuenta Gabriela, que quería estar con su madre en el tiempo que le queda de recuperación.

En Otavalo, provincia de Imbabura, encontramos a Jessica Rivera de 27 años, atiende a los clientes que llegan a su tienda de alimentos para animales, inaugurada en mayo tras llegar desde Madrid junto a su hija recién nacida.

“Tengo que pasar la mayor parte del tiempo con ella y no puedo dejarla en otro sitio para trabajar. Además, será un sustento para ella”, afirma Jessica, que pasó tres años en la capital española realizando trabajos de limpieza.

Apoyo social a largo plazo

Sagrario Salaberri, consejera de Trabajo de Migraciones y Seguridad Social de la Embajada de España en Ecuador, dice que casos como Jenny, Ana y Jessica son “un símbolo que puede evocar muchas situaciones en las que el retorno ha sido una salida y una importante oportunidad de futuro”.

“Volver a tu entorno con un emprendimiento, en el que además tienes independencia y autonomía, es una ayuda y un empujón. Si hay vista en el emprendimiento, puede ser el futuro de toda la familia”, destaca Salaberri.

Si bien el programa se da también en otros países como Colombia o Senegal, el nexo de la Asociación Rumiñahui ha permitido que se beneficien unos 250 ecuatorianos en 15 años, según resalta su presidente, Vladimir Paspuel.

El programa, enfocado en migrantes en situación de vulnerabilidad, costea a cada beneficiario el pasaje aéreo, un bono de 450 euros y hasta 6.000 euros para emprender su negocio, con el compromiso de no retornar a España en un periodo mínimo de tres años.

En ello coincide Diego Benítez, presidente de la Fundación Vista Para Todos. “Es otra realidad en el momento que tienen un emprendimiento, y si lo hacen bien, ese emprendimiento les puede durar toda la vida”, concluye.

Fuente La Hora