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Ecuador, un país para comercializar el cigarrillo de contrabando

En Ecuador, ocho de cada 10 cigarrillos que se comercializan son de contrabando, según un reciente estudio de la firma de investigación de mercados Invamer. La venta domina en las provincias de la Costa, donde casi todo el producto que se consume es ilegal.
Por Henry Jara
3 minutos
Una cajetilla de 20 unidades que proviene del contrabando se vende en el país a $1,90, cuando el mismo producto formal cuesta $5,93.
Una cajetilla de 20 unidades que proviene del contrabando se vende en el país a $1,90, cuando el mismo producto formal cuesta $5,93.
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Hay provincias en las que casi todos los cigarrillos que se consumen son ilegales. Ese es el caso de Guayas, donde el 96% de los cigarrillos que se vendió en 2022 fue de contrabando. Es un aumento de nueve puntos porcentuales frente a 2021.

Otras provincias donde el escenario es similar son Manabí y El Oro. Por eso, la Costa es la región en donde existe mayor presencia de tabacos de contrabando.

Factores para esta problemática

El primero es que la Costa es un mercado atractivo porque significa más consumidores, teniendo en cuenta que las principales ciudades tienen poblaciones más grandes. El segundo es la presencia de los puertos marítimos, por donde ingresan los cigarrillos de contrabando desde Asia, explica al portal Primicias, el subdirector general de Operaciones de la Senae, Felipe Ochoa.

La comercialización de cigarrillos de contrabando también ha aumentado en las provincias de la Amazonía y en aquellas que son fronterizas con Colombia y Perú. «Las provincias más cercanas a las fronteras, por donde ingresan los cigarrillos ilegales, son más propensas a la comercialización de los mismos», afirma Martín Orozco, gerente general de Invamer.

Por ejemplo, la participación de mercado de los tabacos ilegales llega a 75% en Loja, en la frontera con Perú. Es un incremento dramático en comparación con 2021, cuando la incidencia era de 47%. En Sucumbíos, en la frontera con Colombia, la venta de tabacos ilegales asciende a 80%, hace un año era 73%.

Bandas criminales

Detrás del comercio ilícito de productos como los cigarrillos suele estar el crimen organizado, que busca lavar activos provenientes de delitos como el narcotráfico.

En ese contexto, la industria considera que para enfrentar al contrabando faltan controles en las fronteras y las tiendas, que son los negocios en donde más se comercializa esta mercadería.

Ochoa sostiene que hay más controles, lo que se evidencia en el aumento de aprehensiones de cigarrillos de contrabando y en el crecimiento de las importaciones de cigarrillos legales. Sin embargo, reconoce que es una realidad difícil de enfrentar.

Ingreso y comercialización

El cigarrillo es un producto que ocupa poco espacio y es liviano, por lo que transportarlo es fácil. Por eso, las bandas contratan a ciudadanos para que ingresen el producto en sus maletas y argumenten que es para consumo personal, lo que está permitido. Luego, esas personas llevan los cigarrillos a centros de acopio, donde son distribuidos. Los cigarrillos ilícitos también son movilizados a través de vehículos, camiones y embarcaciones. La venta incluso se hace a través de redes sociales, afirma Ochoa.

Una cajetilla de 20 unidades que proviene del contrabando se vende en el país a $1,90, cuando el mismo producto formal cuesta $5,93. El precio de los cigarrillos de contrabando es menor, porque hay evasión de impuestos y porque el objetivo de las bandas es lavar dinero, por lo que están dispuestas a comercializarlos más baratos, concluye Orozco.