De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo el 18% de las personas pensionadas en México son jefas de familia. Esta cifra revela una realidad en la que la mayoría de los pensionados no tienen la responsabilidad económica de sostener a una familia. Esto puede generar impactos significativos en el bienestar económico y social de los hogares.
¿Cuál es la situación de los pensionados?
La pensión es un ingreso vital para muchas personas mayores en México. Esta les permite contar con una fuente de ingresos para su manutención y necesidades básicas. Sin embargo, esta cifra indica que se puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de sus hogares.
Una de las consecuencias es que los hogares en los que los pensionados no son jefes de familia pueden estar en una situación de mayor vulnerabilidad económica. En muchos casos, los ingresos de los pensionados se destinan principalmente a cubrir sus propias necesidades. Esto puede generar tensiones y dificultades para la subsistencia de las familias.
¿Qué otros problemas pueden surgir?
El hecho de que muchos pensionados no sean jefes de familia puede tener un impacto negativo en la participación económica de las personas mayores en México. Al no ser responsables de la manutención de una familia, es posible que se sientan menos motivados a seguir trabajando.
Otro problema que surge a raíz de esta situación es que, en muchos casos, las mujeres mayores son quienes menos acceso tienen a una pensión. Según el INEGI, solo el 15% de las mujeres pensionadas son jefas de familia, lo que indica que muchas de ellas dependen económicamente de sus esposos o hijos. Esto puede generar desigualdades económicas y de género en la población mayor en México.