Los Vanderbilt llegaron a ser una de las familias más poderosas y millonarias del mundo. Gracias a su monopolio de los inicios de la red ferrocarrilera de Estados Unidos y una naviera, pudieron haber llegado muy lejos en los negocios. Sin embargo, la poca educación financiera, el ausente control de gastos y la necesidad de encajar en la sociedad lo llevaron a perder todo en 3 generaciones.
Si tú tienes una empresa familiar próspera, aprende lo que no debes de hacer en su manejo basándote en la familia Vanderbilt.
¿Quién era la familia Vanderbilt?
La historia de la familia Vanderbilt inicia con Cornelius Vanderbilt, hijo de inmigrantes holandeses que llegaron a Estados Unidos en el siglo XIX. Después de iniciar su experiencia empresarial en la agricultura logró comprar barcos, teniendo así la naviera más grande del país en su momento.
Cuando inició la Guerra Civil, vendió todo y apostó todo su dinero en los ferrocarriles. A la larga, esto le trajo el triple de dinero y se volvió el hombre más rico del mundo. Su familia se mudó a Nueva York donde, a pesar de ser millonarios, no encajaban en la alta sociedad por ser «nuevos ricos».
Con el paso del tiempo, los nietos de Cornelius tomaron el mando del imperio familiar. Su necesidad de encajar en la sociedad neoyorquina del momento los llevó a cometer un grave error: gastar más dinero del que ganaban o tenían en sus arcas.
De esta manera, provocaron el ocaso de lo que fue una de las grandes fortunas en el mundo. Se estima que, de haber mantenido su fortuna, ahora tendrían alrededor de 20 mil millones de dólares a su nombre.
¿Cómo manejar correctamente tu empresa familiar?
Los negocios familiares no siempre deben terminar como los Vanderbilt. Si tienes un, puedes seguir estos consejos para que crezca con el paso de las generaciones:
- Prioriza la educación financiera: Si lo que deseas es pasar tu empresa de generación en generación; es necesario que todos se eduquen al respecto. Es importante conocer tu empresa de principio a fin, del puesto más bajo al directivo más alto. De esta manera no solo sabrás como se utilizan los activos sino en qué aspectos pueden mejorar.
- Diversifica tus inversiones: No te quedes con solo un negocio, busca explorar otros negocios que permitan que tu dinero crezca. Reconocer las oportunidades es una manera de iniciar emprendimientos a bajo costo que puedan satisfacer la necesidad de los consumidores.
- No apuestes por lo aspiracional: El querer un coche de lujo, una mansión o ropa de diseñador no está mal; lo incorrecto es comprarlo a crédito y deberlo por años. Es mejor que trabajes arduamente y crezcas tu empresa cuidando siempre que gastes menos de lo que recibes. Esta es la receta para evitar desastres a futuro.
Con estos consejos podrás lograr que tu empresa familiar no solo dure una generación, sino que se vuelva un patrimonio para toda la familia. Adicionalmente recuerda utilizar herramientas modernas para mantener tus números siempre vigilados.