La creciente inflación a nivel mundial está afectando a todos los países. En Latinoamérica, la región con mayor disparidad social, está provocando que esta desigualdad sea cada vez más grande. En consecuencia, la presión gubernamental en LATAM por apoyo social ha aumentado. ¿Cómo está afectando la inflación a la población? ¿Cómo lo afrontan los gobiernos esta situación?
Inflación mata clase media
La clase media, que representaba el 38% de la población de Latinoamérica en 2019 según datos del Banco Mundial, es la que más afectada se ha visto. A raíz de la pandemia en 2020 y 2021 y la creciente inflación en 2022, este grupo social se ha visto disminuido. En 2020, la clase media se había reducido a 37,3%.
De acuerdo con estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL), el aumento de precios al consumidor será un punto porcentual mayor para los pobres que para los ricos. De esta manera, un tercio de toda la población de LATAM está a punto de caer el situación de pobreza. CEPAL define a este grupo como aquellas personas que viven con menos de 1.90 dólares al día.
Este efectos económicos están trayendo descontento social en los diferentes países de la región. Por ejemplo, en Panamá, tras las manifestaciones de julio, los precios de 72 bienes esenciales se congelaron. Por su parte, en Ecuador, el gobierno está en conversaciones con organizaciones indígenas después de los disturbios de junio. Incluso, los resultados de las elecciones en Perú, Chile y Colombia en los últimos 18 meses han demostrado la intención de un cambio radical ante la desigualdad social.
Para descontento del gobierno, los aumentos en las tasas de interés de más de 250 puntos base en siete de los países en Latinoamérica no han ayudado a bajar la inflación. Esto ha llevado a hacer recortes en los programas sociales, como ha sucedido en México y Colombia.