Finanzas

Varios millones para créditos verdes en Ecuador

Los llamados créditos verdes cada vez ocupan más espacio en el catálogo de productos que ofrece la banca ecuatoriana. Los bancos privados recibieron 1.415 millones de dólares, entre 2020 y enero de 2023 para financiar, entre otros productos, este tipo de préstamos.
Por Henry Jara
0 minutos
En 2021, de los 312 millones de dólares de cartera de crédito, 239 millones (77%) fueron al segmento productivo; 31 millones (10%) al consumo y 42 millones (13%) al segmento vivienda.
En 2021, de los 312 millones de dólares de cartera de crédito, 239 millones (77%) fueron al segmento productivo; 31 millones (10%) al consumo y 42 millones (13%) al segmento vivienda.
Publicidad

Cada vez son más bancos los que están incorporando préstamos para financiar iniciativas o proyectos que contribuyan al medio ambiente. Al cierre de 2021, los bancos que entregan créditos verdes representan el 68% del total de activos de la banca privada, según Asobanca.

Créditos otorgados

Desde 2012 los bancos comenzaron a registrar productos crediticios con enfoque ambiental. Aunque antes de ese año las entidades ya financiaban iniciativas amigables con la naturaleza, pero por lo novedoso del mercado en aquella época esos recursos no se registraban bajo la etiqueta de “crédito verde”.

Por ejemplo, Banco ProCredit desde el 2012 ha otorgado más de 1.800 créditos verdes, lo que representa un monto superior a los 204 millones de dólares. Este 2023 está enfocado en prestar recursos para la implementación de modelos de producción más sustentables, con énfasis en tecnologías limpias como sistemas fotovoltaicos.

Bruno Quichimbo, especialista ambiental de Banco ProCredit, explica a diario El Universo que, compañías de múltiples rubros se han visto seriamente afectadas en los últimos años por una serie de eventos sociales, económicos y naturales (a nivel mundial y local), que han reducido los márgenes de utilidad, y en casos extremos, registran pérdidas. Esto ha afectado directamente al consumidor, debido al encarecimiento de productos de consumo diario y masivo.

“El conflicto entre Rusia y Ucrania, la desaparición de la cascada San Rafael en el río Coca y el riesgo consecuente de la paralización de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair debido a la erosión regresiva que este evento desató, además de los fenómenos de El Niño y La Niña, y la eliminación de los subsidios del combustible para ciertos sectores empresariales, han evidenciado la vulnerabilidad energética del Ecuador, y con ello, la importancia de buscar mecanismos para generar energía propia y asegurar la resiliencia”, señala.

Programas de líneas verdes

En tanto, Produbanco presentó sus programas de líneas verdes en 2016. De allí hasta el cierre de 2022 otorgó créditos por casi 470 millones de dólares a nivel nacional. Las iniciativas que ellos han financiado han logrado mitigar más de 375.000 toneladas de CO2. Incluso esta entidad acompaña a sus clientes a adquirir sellos o certificaciones de sostenibilidad mundialmente aceptados.

Si bien en Ecuador hay la preconcepción de que solo las grandes empresas pueden apuntar a iniciativas verdes, esto no es real. Estudios de Produbanco han revelado que el 92% de los pequeños y medianos empresarios quieren incorporar prácticas sostenibles en sus empresas.

En 2016 se firmó el Protocolo de Finanzas Sostenibles de Asobanca. Este protocolo ha permitido desplegar múltiples iniciativas, como la implementación, desde 2017, del Sistema de Administración de Riesgos Ambientales y Sociales (SARAS), un sistema que permite a los bancos identificar y evaluar los riesgos ambientales y sociales que enfrentan los beneficiarios de una operación de crédito.

Bonos temáticos

Además, estos esfuerzos han impulsado siete bonos temáticos (verdes, sociales, sostenibles, de género, azules y de inclusión) por 509 millones de dólares entre 2019 y enero de 2023. Banco Guayaquil, en enero pasado, anunció su primera emisión de bonos verdes por $80 millones a través de la Bolsa de Valores.

El financiamiento verde se destina, sobre todo, al segmento productivo. En 2021, de los 312 millones de dólares de cartera de crédito, 239 millones (77%) fueron al segmento productivo; 31 millones (10%) al consumo y 42 millones (13%) al segmento vivienda.

Estas líneas de créditos verdes han sido destinados para proyectos de eficiencia energética, tecnologías eficientes, cambios de maquinaria e infraestructura, vivienda sostenible, proyectos agrícolas; para transporte (vehículos amigables con el ambiente), entre otros.