Finanzas

Organik una marca de cuidado personal con materia prima orgánica

La empresa Agua Dulce, un negocio creado por Karina Paredes y su esposo Stefan Cresp, con un enfoque hacia el uso de plantas, cuidado ambiental, y bienestar personal y espiritual. Es creyente y practicante de este estilo de vida.
Por Henry Jara
3 minutos
Su materia prima son plantas orgánicas. Fotografía Organik by Aguadulce.
Su materia prima son plantas orgánicas. Fotografía Organik by Aguadulce.
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Está ubicado en Angamarca, un barrio de la parroquia Alangasí, en el valle de Los Chillos (Quito). Sin ruido, de mucha vegetación, viento fresco y soleado. Tiene sus casas dispersas y campestres, como si fuera el campo.

Una de esas coloridas viviendas huele a lavanda, eucalipto, menta y otros aromas agradables y naturales. Dos mujeres, con sus gorros, mandiles y guantes, elaboran desodorantes, cremas, aceite corporal, serum y bálsamos, que son vendidos bajo la marca Organik. Su materia prima son plantas orgánicas.

Diseño innovador en las presentaciones

El desodorante Organik es atractivo por su empaque y diseño, pero mucho más por su contenido de ingredientes naturales, libre de aluminio. Paredes cuenta que precisamente por eso, ganó un concurso de producto innovador, convocado en 2018 por el grupo Favorita y Conquito.

El desodorante natural, en tres aromas, es su producto estrella, ya que se comercializa en la cadena de Supermaxi y Megamaxi. Los otros se venden en pocas tiendas y en línea, a través de su página web; y restaurantes vegetarianos y escuelas de yoga.

La producción del resto de su portafolio es menor, pero la proyección es crecer y dejar de ser una pyme. Con esa meta, Agua Dulce hizo una alianza con una empresa para exportar hacia Colombia. Esas ventas se concretarán dentro de dos meses.

Producción e inversión 

Paredes comenta que llegar a Supermaxi es beneficioso en varios sentidos, como recibir el pago a tiempo por las unidades que provee. El primer pedido fue de 150 unidades, pero el año pasado cerraron con 800 y en estos primeros cinco meses han entregado 600.

Karina Paredes es quiteña, una ingeniera en producción de alimentos, renunció en 2008 a la empresa donde trabajaba, para dedicarse a criar a su primer hijo.

A través del negocio da empleo a 8 personas, en un buen numero son mujeres que se convirtieron en sus colaboradoras. El laboratorio era la cocina de su casa, pero al decidir emprender invirtieron $ 42 000 en la construcción de la pequeña planta, la adquisición de equipos y materia prima, cuenta Cresp, administrador de Agua Dulce.

La otra tarea de la empresa es educar y lo hace a través de las redes sociales como Instagram o Facebook, para enseñar cómo aplicar un aceite esencial sobre la piel o cómo preparar el ‘detox’ antes de usar el desodorante, para que tenga eficacia. Ella dice que el propósito no es que se deje de sudar, sino controlar el mal olor con los aromas de las plantas y aceites.

Educación para un reciclaje

El reto también incluye el reciclaje del tubo de su desodorante y educación para un adecuado uso de sus productos. En el primero no ha cumplido su expectativa, ya que hay muy pocos consumidores que reciclan, dice. En el empaque se pide el envío del envase, pero no tuvo respuesta. Por esa razón, usará un tubo de cartón.

Karina Paredes es quiteña, una ingeniera en producción de alimentos, renunció en 2008 a la empresa donde trabajaba, para dedicarse a criar a su primer hijo. Tras el nacimiento elaboró su propia crema para humectar la piel de su bebé y creó otros productos, que tuvieron aceptación por sus propiedades sanadoras y cosméticas.

La producción oficial empezó en 2017. Tienen la certificación de Buenas Prácticas Agrícolas y los registros sanitarios de cada producto. Esta es una de las dos líneas de negocios de esta empresa. La otra es el yoga y las terapias con el uso de los aceites esenciales.

Fuente Revista Líderes