A través de Amazon Web Services se difunde un cortometraje «Picchu», sobre la educación rural del Ecuador y el mundo. Un ecuatoriano es el creador de la historia, trabajo que busca hacer conciencia en autoridades de las dificultades que tienen los niños y niñas para educarse.
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Amaro Zeas Sigüenza, es oriundo de la provincia del Azuay. A los 21 años migró a los Estados Unidos en donde estudió y se formó profesionalmente. En la actualidad es Director de Arte Digital de Amazon Web Services y creador de un cortometraje que expone la realidad de la educación en el sector rural del Ecuador.
Amaru es apasionado con la tecnología y el arte. Desde pequeño tenía interés por las películas de Hollywood en especial las animadas y video juegos. Con apoyo de sus padres llegó al país norteamericano en donde estudió lo que hace unos 15 años, no era conocido en Ecuador.
Especialización en animación digital
Actualmente, radica en Texas – Estados Unidos. Se especializó en animación digital y desde allí empezó su aventura. “Empecé desde cero, como todo inmigrante. Y también a descubrir lo que me gustaba”, señala Amaru.
Aunque se inclinaba por los video juegos a un principio de poder crear, finalmente entendió que podía usar el arte para elaborar contenidos. “Mi mamá me decía que podía usar mi trabajo para hacer cosas buenas para la sociedad. Devolver a la comunidad lo que me ha dado y por eso decidí crear historias que generen impacto”, sostiene.
Cuenta que hace 10 años era difícil crear las historias, pero nadie quería colaborar con él fuera de los horarios de trabajo. Luego de tanto tiempo de lidiar, hace un año y medio creó un cortometraje de 3 minutos dedicado a la naturaleza y medio ambiente, usando tecnología.
Zeas Sigüenza, dice que en Amazon Web Services se trabaja con diferentes tecnologías, una de ellas crear contenido en la nube, es decir 100% digital. El año anterior buscaban directores para trabajar en una historia y él dijo a su equipo de trabajo que dentro del grupo existían personas con capacidad creativa y es así como nació Picchu.
Proyecto presentado a directivos de Amazon
La propuesta fue presentada a los directivos y felizmente fue aceptada y eso le llenó de felicidad por cumplir uno de sus sueños, porque esa historia ya la tenía en mente desde que salió del país. “Nada es difícil, todo es un proceso y se debe iniciar desde cero con compromiso. Y agradezco a mis padres que me apoyaron para venir a EE.UU.”, menciona.
Recuerda que hace 15 años el proceso para crear este tipo de trabajos era largo por no tener una tecnología, pero ahora es más sencillo y lo desarrolló en tres meses, pero lo ha logrado porque tiene más experiencia gracias al aprendizaje que recibió en el país norteamericano.
Su nombre Amaru, significa en quichua “Culebra”. Mientras Picchu, el nombre de su trabajo audiovisual expresa “Montaña”. El personaje principal es Mayu que significa “Río». La historia se construye porque los ríos forjan sus propios caminos y en este trabajo Mayu se abre su camino a través de montañas y obstáculos.
Agradece el apoyo de su esposa Guisella y de sus progenitores. Su madre Marcia Sigüenza, es quien hace la voz de la mamá de Mayu en el trabajo audiovisual. Ella también es la asesora cultural dentro del cortometraje y su padre la asesoría en la arquitectura.
Educación rural
El cortometraje Picchu está inspirado en la educación rural del país. Es una serie de escenas y en ella trata de contar las dificultades que pasan las niñas y niños para estudiar en el sector rural. Es una serie de documentales que cuentan cómo los niños viajan a las escuelas a nivel mundial, porque no es una situación solo de Ecuador, sino global.
“Pienso que las niñas y niños pueden hacer lo que quieran o aprender lo que más les guste y ser lo que quieren ser. Lo único que necesitan es la oportunidad”, sostiene Amaru, quien añade que la vida le ha regalado la oportunidad de dirigir un proyecto así y ha sido fantástico.
En el cortometraje Picchu, la historia de Mayu se compara con su vida de niñez y recuerda cómo fue criado por sus progenitores. La pequeña, desde que sale de casa hacia la escuela tiene temor de cruzar el bosque. Luego debe bajar por una escalinata y al no poder descender un escalón grande, recuerda las palabras de su madre de que nada es imposible y logra deslizarse.
Durante el trayecto cruza un puente que también está en mal estado y hace referencia a la minga para el arreglo. Ella coloca un par de tablones y colabora en este trabajo. Luego se encuentra con su amiga y juntas llegan a la escuela. La institución se muestra toda colorida y con letras gigantes de su nombre, como toda escuela del sector rural.
Mensaje a autoridades
La idea de su trabajo es dar un mensaje y llamado de atención a todos los sectores, tanto público y privado, para aportar con ideas y cambiar la realidad que viven los pequeños en el sector rural.
En Canadá realizó la presentación oficial del cortometraje.12 personas integran el equipo de trabajo: contrataron 6 animadores externos de costa Rica, España, Polonia, Estados Unidos. Además, agradece a los cuencanos Carlos Freire y Vanessa Freire, encargados de la música y el sonido ambiente del cortometraje.