Una estrella Michelin es uno de los galardones más altos en el mundo de la gastronomía. Ganar una no es tarea fácil pero los chefs más perseverantes e innovadores entran a este selecto club. Uno de ellos es Carlos Gaytán, mexicano de nacimiento que migró a Estados Unidos con solo 19 años y un montón de sueños.
Actualmente, es la cabeza de uno de los restaurantes más exclusivos de Quintana Roo. Esta fue su historia de perseverancia y amor por la gastronomía mexicana.
¿Cómo empezó Carlos Gaytán?
Gaytán es oriundo del estado de Guerrero y nació en octubre de 1970. Sus primeros aprendizajes en la cocina los heredó de sus padres, quienes crecían los ingredientes que usaban para los platillos que elaboraban.
Pronto comprendió que iba a tener que salir de su hogar para progresar y decidió irse a Estados Unidos. Al poco tiempo, se estableció en la ciudad de Chicago y entró a trabajar al Sheraton Milwaukee North Shore. Por su dedicación, se volvió pupilo del chef Jeff Miller.
Después de trabajar para en Dominique Tougne en Bistrot Margot. Esto lo inspiró a abrir su propio restaurante en 2008 llamado Mexique, una combinación de la cocina mexicana y francesa.
Gaytán menciona que «habíamos inaugurado en 2008, pero estábamos en un bache muy feo, ya no teníamos muchos comensales e íbamos a cerrar; le pedí a Dios que me ayudara con eso, que me diera fuerza y conocimiento para dar el siguiente paso”. Termina de contar este pasaje amargo con un parteaguas en su carrera diciendo que «al siguiente día, me hablaron para decirme que me habían dado una estrella Michelin ”.
A pesar de perderla en 2015, Gaytán todavía tiene muchos logros por alcanzar. Actualmente trabaja para Xcaret en uno de sus restaurantes llamado Há. Es el único de todo el complejo que requiere reservación y es considerado uno de los más exclusivos de la península mexicana.
Además, divide su vida entre México y Chicago donde continúa abriendo restaurantes inspirados en la gastronomía mexicana.
¿Cuál fue el secreto de su éxito?
Algo característico de la ética de Carlos es su fe en el talento mexicano. Él menciona que «de quienes trabajan conmigo, 99% son mexicanos; solamente mi mano derecha es un chef coreano-mexicano que cocina fenomenal. Pero queremos desarrollar el talento mexicano y llevarlo al siguiente nivel».