Vivir en un condómino o residencial implica tener que pagar unas cuotas de mantenimiento para poder conservarlo en buenas condiciones. No obstante, siempre hay personas que se convierten en un problema constante por su morosidad.
Estos consejos pueden ayudar a lidiar con el problema.
Primero ¿Qué es una cuota de mantenimiento?
Primero hay que entender que esta cuota de mantenimiento se apoya en dos principios fundamentales:
- El consenso de todos los vecinos, que se reunieron para acordar los plazos y en monto de la cuota.
- Y el deseo de mantener el bien inmueble en las mejores condiciones para que su valor no se vea afectado.
Dicho eso, para establecer un monto a la cuota los vecinos deben tener lo siguiente:
- Mantenimiento de las amenidades: este precio aumentará de acuerdo a la cantidad de espacios que tenga el bien inmueble y los insumos que se utilicen para mantenerlos. Por ejemplo: gimnasio, elevadores, alberca, etc.
- Pago de servicios: el personal de vigilancia y limpieza, la electricidad de las aéreas comunes y la recolección de la basura son algunos de los servicios que tienen que salir del bolsillo de todos los vecinos.
- Características del inmueble: Este monto depende del tiempo del inmueble, las reparaciones que se hecho o las averías que aún tiene. Este apartado también incluye el seguro del inmueble.
Se recomienda que la cuota de mantenimiento del inmueble sea el 5 y 7 por ciento del valor total del la residencial o condominio y que este se dividida entre todos los vecinos.
¿Te puede afectar la morosidad?
Si, al menos, uno de los vecinos no paga la cuota de mantenimiento afectará a todos los vecinos y se convertirá en una problemática común. Por eso la organización y la preparación de un reglamente es de suma importancia. Pues con el pago de la mentada cuota asegura:
- Una adecuada provisión de los servicios básicos.
- Un fondo de emergencias para cualquier reparación o remodelación.
- El manteniendo de todo el inmueble.
- La sustentabilidad financiera de todo el inmueble.
Entonces, ¿Cómo enfrentar la morosidad?
Lo primero sería apelar al dialogo, una charla sincera y abierta te permitirá conocer la situación del moroso y sus razones para serlo. Además este dialogo puede llegar a algún acuerdo que beneficie a todas las partes.
Sin embargo, no siempre es tan fácil. Por eso es recomendable que la administración tenga un esquema preventivo que les ayude a lidiar con esas situaciones.