La sucesora de Boris Johnson, Liz Truss, renunció como primera ministra después de haber ocupado el cargo hace solo 45 días debido a su plan económico que se fue al suelo.
Truss hace historia al convertirse en la primera mujer en dejar el cargo en el menor tiempo, pues perdió la autoridad después de retractarse de una serie de decisiones que hundieron al país en semanas de turbulencia política y económica.
«Reconozco, dada la situación, que no podré llevar adelante el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador. Por ello, hablé con Su Majestad el Rey para notificarle que renuncio como líder del partido», sostuvo.
Los problemas comenzaron cuando su ministro de Finanzas presentó un «minipresupuesto», en el que propuso amplios recortes de impuestos que provocaron una turbulencia en los mercados y la caída del valor de la libra esterlina.
Otro de los grandes problemas se dio cuando el nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, revocó casi todas las propuestas fiscales de Truss.
Esto constituyó uno de los cambios más dramáticos en la historia política británica moderna y fue una enorme humillación para el liderazgo de Truss.
En las últimas semanas, el apoyo al partido Conservador se derrumbó en las encuestas de opinión lo cual intensificó el malestar entre sus legisladores.
«Acordamos que la próxima semana se realizará la elección de un nuevo liderazgo. Esto asegura que nos mantendremos en el camino de cumplir con nuestros planes fiscales y salvaguardar la estabilidad económica del país y la seguridad nacional», añadió.