Los miembros de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ven con «menos seguridad» el ritmo que deberían llevar los aumentos del tipo de interés oficial a partir de ahora, abriendo la puerta a una pausa, aunque remarcaron que la inflación continúa por encima de su objetivo del 2 %.
«Los participantes expresaron por lo general incertidumbre sobre lo apropiado de restringir más la política monetaria», se puede leer en las actas de la última reunión del organismo.
En la reunión, que tuvo lugar a comienzos de mayo, el banco central estadounidense decidió subir en 0,25 puntos el tipo de interés oficial hasta situarlo en una horquilla de entre el 5 % y el 5,25 %, su tasa más alta en 15 años.
La frase está en la línea de los últimos comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, que recientemente reconoció que las tensiones en el sistema bancario surgidas a principios de marzo «posiblemente» han hecho que la tasa «no necesite aumentar tanto como lo habría necesitado» de no haberse producido la crisis.
Aun así, los gobernadores del banco central insistieron en la necesidad de mantener abiertas sus opciones a la espera de ver cómo evoluciona la situación económica.
¿Continuarán subiendo las tasas de interés en EE.UU?
Según las actas, algunos se mostraron a favor de continuar con las subidas por la lentitud con la que la inflación se está reduciendo en el país. Según los últimos datos, la tasa interanual bajó en marzo por noveno mes consecutivo y se situó en el 5 %, un punto por debajo de la de febrero pero lejos del 2 % que busca la Fed.
Otros miembros del organismo, sin embargo, consideraron que «no sería necesario» restringir más la política monetaria si la economía continúa avanzando en la dirección de sus estimaciones, y citaron la lentitud con la que las subidas de los tipos de interés se dejan sentir en la actividad económica.
Según el equipo técnico que elabora las proyecciones del banco central, la economía estadounidense se desacelerará durante los dos próximos trimestres y podría entrar en una ligera recesión a finales de 2023, antes de retomar ritmo y comenzar a recuperarse.
En sus consideraciones, los miembros de la Fed remarcaron la robustez del mercado laboral y los limitados efectos de la crisis bancaria, que parece haber subsistido tras la compra del banco First Republic por JPMorgan Chase, y consideraron que esta fortaleza podría complicar su labor de devolver la inflación a niveles aceptables.