El Ministro de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Ocampo confirmó que esta cifra de 8% es uno de los registros más altos del mundo y que permite que la economía se encuentre hoy 11% por encima de los niveles anteriores a la pandemia del covid-19.
Así mismo, señaló que los cálculos del Ministerio para 2023 sugieren que la economía colombiana crecerá poco más de 1%, como resultado de un contexto internacional crítico. No obstante, dijo que aún con ese crecimiento, la economía mantendría un alto nivel de actividad productiva.
Cuatro retos para la caficultura nacional.
El primero, aseguró, es mejorar la productividad y rentabilidad del cultivo, mediante la renovación de cafetales, la optimización de los costos de producción y la administración de los riesgos que impactan el sector.
Para ello, y en un trabajo conjunto, hay que renovar los cafetales envejecidos y el establecimiento de nuevos cultivos mediante la siembra de variedades resistentes a la roya desarrolladas por Cenicafé, el centro tecnológico de la Federación Nacional de Cafeteros.
En este año, tan sólo se han renovado 48.650 hectáreas de cafetales, lo que corresponde a 5.000 hectáreas por encima de las áreas intervenidas en medio de las dificultades logísticas y de oferta de mano de obra registradas en 2020, al comienzo de la pandemia del covid-19, y 29% menos de las áreas renovadas en 2021.
El Ministro de Hacienda dijo que el segundo desafío es lograr consolidar los propósitos contemplados en la Ley 1969 de 2019 para el Fondo de Estabilización de Precios del Café.
El tercero es mitigar los efectos que han generado los retrasos en las ventas de café a futuro sobre las finanzas del Fondo Nacional del Café y las cooperativas de caficultores, y el cuarto expedir una regulación para la eventual exportación de cafés tipo robusta producidos en el país.
Por último, Ocampo Gaviria destacó que este año el sector caficultor ha tenido logros importantes, como el valor récord de la cosecha, por encima de los $14 billones, gracias al repunte en el precio interno registrado durante los últimos dos años, soportado por aumentos en los precios internacionales del grano, las buenas primas de calidad del café en los mercados internacionales y las variaciones de la tasa de cambio.