Según la segunda «Gran encuesta del empresariado» uno de los grandes «retos» de los negocios sin registro mercantil reside en la digitalización de los canales de venta ya que, mientras las unidades productivas registradas se valen en un 64 % de los negocios vía WhatsApp y solo en un 34 % de los locales, las no registradas se apoyan en un 62 % en sus locales y solo en un 21 % en dicha red social.
Los resultados de este documento en el que se busca hacer una «radiografía 360 grados» del estado y características de las empresas del área capitalina y, en especial, en Bogotá, son producto del análisis de 2.272 compañías de las cuales 1.386 estaban registradas y 886 no.
En las entidades unidades sin registro mercantil, el estudio se centró en dos tipologías: las que funcionan en fábricas, locales y viviendas, y las que operan en el espacio público.
Inclusión del capital humano
Con respecto al personal empleado en las empresas, la investigación desveló que, aunque las fábricas, locales y viviendas sin registro superan en un 18 % a las registradas en cuanto al número de mujeres que trabajaron en sus inmediaciones a lo largo del último año, en contratación de jóvenes y personas discapacitadas, las unidades registradas son más inclusivas.
Así pues, mientras las entidades con registro reportaron que el 29 % y 10 % del total de su capital humano empleado en el último año respondía al perfil de jóvenes de entre 18 y 28 años y personas con discapacidad, respectivamente; las fábricas, locales y viviendas sin registro lo hacían en un 27 % de jóvenes y un 6 % de discapacitados.
En relación a la toma de decisiones dentro de los negocios registrados, la vicepresidenta de Articulación Público-Privada de la Cámara de Comercio de Bogotá, Ana María Fergusson, reivindicó la importancia del trabajo conjunto, más que dividido por géneros, a la hora de establecer protocolos de atención al acoso sexual e iniciativas de inclusión del colectivo LGBTI.
Aportes a la seguridad social
Otro de los resultados arrojados en el informe puso de manifiesto un aumento general de los aportes a la seguridad, desde ambos lados, en materia de contribuciones a la salud, pensiones y la Administración de Riesgos Laborales (ARL) de los trabajadores.
En materia de aportes a la salud, las empresas registradas experimentaron un crecimiento del 21 % con respecto al año anterior, mientras que las no registradas lo hicieron en un 8 %; en el área de pensiones el aumento fue del 22 % y del 5 %, respectivamente; y en cuanto a los aportes a la ARL hubo una escalada del 20 % y el 10 %.