El Senado norteamericano aprobó este 1 de junio el acuerdo logrado entre la Casa Blanca y los republicanos para subir el techo de deuda, evitando así que el país entre en suspensión de pagos.
El proyecto de ley pasó con 63 votos a favor y 36 en contra. Ahora el presidente, Joe Biden debe firmar.
La decisión se toma a cuatro días de la fecha límite marcada por el Departamento del Tesoro en la que EE.UU. hubiera podido incurrir en un impago de su deuda nacional.
«Estados Unidos puede respirar tranquila porque con este proceso estamos evitando la suspensión de pagos», dijo poco antes de la votación el líder de la mayoría demócrata en la cámara, Chuck Schumer.
La medida suspende el actual límite de deuda de 31,4 billones de dólares hasta el 1 de enero de 2025.
Además, el acuerdo contempla lo siguiente:
1. Topes al gasto en programas financiados por el Congreso en ámbitos como la sanidad, la educación, la justicia o la protección medioambiental.
2. El gasto que no sea de defensa permanecerá igual en el año fiscal 2024 y aumentará el 1% en el año fiscal 2025.
3. Endurece los requisitos de trabajo para acceder a prestaciones sociales, como los cupones de alimentos, y rescinde 28.000 millones de dólares no gastados que habían sido asignados a programas de ayuda frente a la pandemia.
4. Recorta parte de los nuevos fondos destinados a la Hacienda pública para reasignarlos a partidas que no sean de defensa
5. Contempla la reanudación de los pagos por parte de los estudiantes universitarios de la deuda que tengan acumulada.
Schumer defendió el proyecto y aseguró: «Evitar una suspensión de pagos, preservar la mayoría de las inversiones aprobadas por Biden hasta ahora y eliminar las propuestas más extremistas de los republicanos es una buena noticia para nuestra economía y para las familias estadounidenses».
Biden, en un comunicado emitido poco después de la votación, dijo que espera firmar la norma ‘lo antes posible’ y anunció que el viernes dará un discurso sobre el tema.
La aprobación del acuerdo en ambas cámaras del Congreso era crucial para que el país no incurriera en un impago de su deuda pública, después de que el pasado enero se alcanzara el techo de deuda, el límite legal al dinero que EE.UU. puede pedir prestado para hacer frente a sus compromisos.