La venta al público de una moneda conmemorativa de 10.000 pesos dedicada a Policarpa Salavarrieta «La Pola», heroína de la Independencia colombiana, provocó un inusitado interés en el país donde se formaron largas filas para adquirirla e incluso hubo tumultos.
La afición a la numismática o la simple curiosidad hizo que los colombianos madrugaran en Bogotá, Barranquilla, Cali, Medellín, Bucaramanga, Manizales y Honda, las ciudades donde el Banco de la República puso en venta las 20.000 monedas conmemorativas.
Multitudes se formaron frente a las tesorerías o agencias del Banco de la República, animadas por las publicaciones en la prensa y en las redes sociales.
En algunas ciudades las filas empezaron a formarse antes del amanecer y algunos de quienes consiguieron comprarla tardaron hasta cuatro horas en conseguirlo.
«Hubo gente que llegó a las 5:30 de la mañana y la fila ya tenía 30 personas. Como hay un solo cajero, el proceso es muy lento ya que además le toman los datos a cada comprador», dijo José Correa, un habitante de Barranquilla que logró adquirir su moneda después de mucha espera.
En otras ciudades hubo altercados entre la multitud en el afán por conseguir un puesto en la fila, y aunque el Banco de la República ha emitido en otras ocasiones monedas conmemorativas, ninguna había causado el furor de esta.
La entidad vende solo una unidad por persona y muchos hicieron su agosto con la moneda conmemorativa de «La Pola» pues hoy mismo ya se encontraba en venta en la internet hasta por 200.000 pesos, es decir 20 veces su valor nominal.